Me gustan más en flor pero estos brotes tiernos de feminilidad, un día que tenga 400 moneditas más en el bolsillo, invitan a un paseo en el jardín del Eden. En la vida hay que probar cada camino.
Me gustan más en flor pero estos brotes tiernos de feminilidad, un día que tenga 400 moneditas más en el bolsillo, invitan a un paseo en el jardín del Eden. En la vida hay que probar cada camino.