Hola…

Lamento mucho tu desgracia, pero en toda dinámica social hay que ser consciente y medir serena y sinceramente nuestros actos.

En todas estas patologías relacionadas ludopatía, drogadicción, alcoholismo y adicción al sexo, perdona que te comente, que el principal culpable es el afectado.

Una máxima fundamental de la libertad es la responsabilidad, y la asunción de nuestros actos. El buen juicio o llámalo sentido común nos da unas directrices simples.

Tu renta tiene que satisfacer en este orden estas necesidades: necesidades vitales (alimentación, salud, vestido vivienda….), el sostenimiento de tus allegados de una forma suficiente y holgada, el cumplimiento de tus compromisos contractuales (créditos, impuestos, ….), el ahorro que consideres necesario para afrontar situaciones vitales comprometida en el futuro ….. y después juerga, jarana, marcha y descoque.

Si tienes compromisos sentimentales o familiares, valora y pon en una balanza, lo ganado con respecto al riesgo que corres.

Los vicios pequeños o grandes se pagan con el liquido que te sobre después de descontar todo lo anterior. Lo siento si en esta sociedad parece que todos somos menores de edad hasta que cumplimos los 65, pero por ejemplo pedir un crédito para ir de vacaciones a Cuba, o pasarse todo septiembre a pan y agua porque nos pulimos hasta el saldo se la VISA en agosto de vacaciones es una irresponsabilidad y un buen camino al desastre.

Por lo demás culpar a las mujeres de nuestros vicios y errores es sencillo y reconfortante pero falso, en toda mi vida adulta he tenido que asumir mis errores y continuar. Si no me puedo permitir el sexo profesional y el no de las niñas me cierra el camino sentimental, pues hay una solución gratuita y recomendada por los urólogos como prevención del cáncer de próstata (algún día iremos al doctor y le diremos doctor, doctor es que a mi las tias me ponen, me puede recetar un desatascado….. total en Andalucía ya paga la SS el cambio de sexo….)

Y con esto he tenido experiencias inolvidables tanto de relaciones románticas como profesionales, y desastres igualmente (la experiencia más cara y desastrosa fue sentimental no profesional y que conste que no fue un divorcio que eso ya es una condena).

Con una profesional es exigible: una relación no forzada (nada de mafias ni chulos), unas condiciones claras en coste y servicios, cortesía, simpatía e implicación en lo que se esta haciendo (en mi relación profesional si cobro y después paso de mis clientes no me debe de extrañar que esto me repercuta ) y nada más, tu eres el que decide la contratación del servicio, y yo en mis relaciones personales y profesionales perdono pero no olvido.

Perdón por el rollo .. y os dejo que Argentina nos esta machacando en las semifinales y esto no puede ser …. Saludos