Hola Jason,

Me ha encantado tu respuesta y siguiendo con los divertidos símiles culinarios te pregunto:

¿Crees que tengo posibilidades de que me dejen comer pulpo en el Asador Argentino de Mónica si le llevo una caja de bombones sin caducar?

Hablando un poco mas en serio pienso que tienes mucha razón en todo lo que has dicho y te lo agradezco.

Sinceramente he de decir que el único “restaurante” que conozco que sea, actualmente, digno de mi confianza; es el “Asador Argentino de Mónica” y por eso pretendía pedir allí también una ración de pulpo a la gallega, de hecho lo pedí para no tener que buscar otro restaurante, pero puede que tu me puedas aconsejar en ese sentido, busco un restaurante de la misma categoría, calidad/ precio, donde el PULPO sea plato de gusto, la especialidad de la casa y no un servicio especial.

Hace tiempo leí un informe donde decían que en Catalunya hay censados mil ochocientos bares de señoras profesionales del cariño…Vuelo a repetir el dato, por si a caso: 1800 bares. No es ni uno ni dos. Sea como sea, es cierto que hay muchas casas, bares, o restaurantes y últimamente también peluquerías de citas. Esto está bien. Quiero decir que está. Es por este motivo que siempre acabas yendo, por casualidad, como hay tantos… sin querer y, ¡patapam!. Vas con el coche por la auto vía, te entran ganas de cambiar la correa del ventilador, y dices: “Paramos allá, que hay luz”. Un amigo mío muy cachondo me dijo: “coño, vi una luz roja intermitente, y pensé que era una farmacia”. Yo le dije: “¿Y porque te pasaste allí cinco horas?”. Me dijo: “Para salir de dudas”.

Por último, continuando con el símil culinario y como sabéis, en el mundo de la prostitución también han entrado las nuevas tecnologías: Se ve que cuando pagas con tarjeta Visa, a final de mes, sale como concepto, por ejemplo: Frutas y Verduras Monica. Y tu mujer, que no es tonta, cuando se lo mira, te dice: “ ¿Se puede saber como te lo has hecho para gastarte 300 euros en verdura?”. Y tu: “Es que me han dicho que el kiwi es muy bueno para la salut…” “¿Trescientos euros de kiwis?” “Si, si, si… ¿no me ves mejor últimamente? Y al final la mujer se lo cree. Sí, sí, segurísimo que se lo cree.

Saludos.