Madrileña, al final de la veintena o principios de la treintena, un cuerpo para soñar, todo natural, 1´80, curvas peligrosas pero esbelta, facciones salvajes en cuanto al rostro.Sandra es la alegría de la huerta y le gusta tanto el sexo como el dinero.Es impresionante como se lo monta en la cama, es capaz de hacer un nudo con la lengua en la raba de una cereza.Muy divertida, mujer de primera no, de NBA.

Te la recomiendo Cosme.No se la olvida facilmente.