Totalmente de acuerdo, entre lo que decís, debería parecerse a un polvo de calentón del momento, natural por nuestra naturaleza humana, donde no caben demasiadas chorradas ni teatros. Lo justo para pasarlo bien y intentar que el otro saque la mejor impresión de uno. Por eso no deja de ser admirable cómo se lo curran algunas para que lo parezca. Siempre nos quedará la leyenda urbana de pensar que alguna vez, alguna escort, puede realmente disfrutar d la compañía olvidándose del trabajo por un rato...