De las 20 o 30 que he conocido en carreteras de Tarragona, casi todas vivian en sus casas, con otras amigas y muy pocas tenian un novio que las chuleara pero no en plan macarra rancio .
Con la mayoria es facil llegar a conversar, las pobres se pasan horas sin hablar con nadie y les encanta charlar . Las subsaharianas como ejercen en grupo ya suben distraidas, van mas a saco.