De los errores se aprende, y tras un fiasco que de tanto en tanto sucede, hemos de ser optimistas para que el próximo encuentro sea de los inolvidables.
Gracias por el relato, McQueen. Sobretodo, por ser honesto y reconocer que uno mismo se equivoca y falla, ya que la experiencia es cosa de dos, no sólo de la escort.
Saludos y hasta otra.