Suerte que no tenemos los tímpanos en el glande, Indy, o de esta te quedabas sordo.

Ahora en serio, en mi opinión lo de los gritos y gemidos es una cuestión de ritmos y proporciones. Cuando una mujer empieza a gritar antes de que le metas mano, una de dos, o es tu santísima esposa y grita por otras razones o es una teatreta de cuidado. Y si los gritos se producen en alta mar donde nadie más que las sirenas y los delfines pueden oírte, seguramente es que se está desahogando, liberando de tensiones y está propiciando un orgasmo de antología, pero si es en un lugar donde es evidente que la pueden oír y eso prevalece, merda a l'orella. Si los gritos se producen cuando te la estás comiendo desde hace un buen rato, con todos tus dedos ocupando todos sus agujeritos, estás trabajando zonas legendarias como el famoso punto G, el ritmo ha sido suavemente ascendente y al final aumenta de modo exponencial y notas que se está corriendo porque tus dedos o tu boca reciben un baño líquido caliente, o sea se está corriendo de verdad, pues entonces ¡que grite!, haya gente o no.

CHISTE:

¿Oye, Jose, tu mujer grita cuando le haces el amor?

Sí, Paco.

¿Jose, y en qué momento grita más?

Paco, pues cuando me limpio la polla con la cortina



Ciao!

Pescanova