yo he estado en el c10 con Isabel, la enfermera de fenomenal delantera. El local no está mal, pero no es un sitio muy discreto para ir básicamente por la mirada reprobatoria del conserje del edificio de oficinas que es.

Es la típica mirada de sargento chusquero de cuando Franco era ya teniente que te viene a decir algo como "Hummm, degenerado, ya se a que puerta vas, ¿No te da verguenza?"

Por lo demás, la encargada está un poco empanada, pero la visita mereció la pena.