Las regals son tan evidentes, tan de sentido común, que todo ese aspecto normativo que parecen tener para mí desaparece. El rspeto, la educación, la cortesía, hasta, cuando surge, el cariño, dan la pauta perfecta, sin necesitarse nada más. Pero nunca estorba tener unas reglas a las que remitirse, sobre todo cuando el sentido comùn es, normalmente, el menos común de los sentidos.

Marien, sabes que te adoro y te admiro. Un beso, guapa