Con este hombre se me ponen los pelos de punta. Me refiero a Juan José Millás. Es increible como de una idea puede frabicar un símil tan real, y tan veraz, que no parece un símil. Siempre me ha impresionado cómo este hombre expone sus ideas, y cómo revoluciona con sus libros. Pero no revoluciona con teorías políticas, sino con sentimientos, con personajes....bueno, me estoy poniendo pedante, pero es que admiro mucho a este hombre.

Georgevaldes y marien; es evidente que hay que luchar por lo que uno cree. Las ideas están para eso, para cambiar el mundo. Unas lo hacen y otras no, pero da igual, siempre y cuando existan ideas que pretendan hacer de esta sociedad algo más justo. Existen sectores completamente desencantados, que siempre intentan convencer de que no vale la pena, porque las cosas no cambian. Y si cambian. Porque el mundo es hoy mejor que hace cien años, y que hace cincuenta años, y que hace diez. Puede que los verdaderos cambios tarden mucho más, pero llegan.
Como en la medicina, cada descubrimiento a favor de la humanidad, va acompañado de nuevas complicaciones en otros campos. Hoy ya no tememos la viruela, pero tenemos junto a nosotros miles de carcinógenos que ponen todos los días nuestra integridad física en peligro. Hoy ya no se discute si las mujeres tienen derecho al voto. Pero sin embargo, tenemos a nuestro alrededor, montones y montones de ejemplos de desigualdad e injusticia que debemos de solucionar. Las cosas cambian, y con cada solución, hay un nuevo problema. Pero eso es lo importante. No estancarse en antiguos problemas, y continuar solucionando los que tenemos hoy. Los que salgan mañana, los arreglaremos como lo hicimos ayer. Así que por supuesto, las cosas siempre cambian. Y siemrpe cambiarán. Lo importante, es no quedarse atrás.