Venga, venga en peores plazas habréis toreado

; pero qué cabrones que somos los tíos!!
Supongo que los mismo se le debe de pasar por la cabeza a un bellezón de 20 y tantos cuando llega a la habitación de un hotel o abre la puerta de su apartamento y le entra el equivalente masculino - lo cual ocurrirá con frecuencia- y tiene que cumplir.