Vamos a morir. Y el amor tampoco nos salvará de eso.



Basada en una novela de Kazuo Ishiguro y adaptada por Alex Garland (el autor de la célebre "La Playa").
Película sobria, triste y melancólica. Con una excelente fotografía y banda sonora. Narrada con británica contención y quizás excesiva distancia.
Y la presencia siempre estimulante (esa mirada me deshace!) de Carey Mulligan.