Yo os contaré una,

una vez una chica de un piso se emocionó tanto conmigo que en medio del trajineo se le fue la cabeza y me hizo un chupón en el cuello. Al principio no se notaba mucho pero cuando salí a la calle y me subí al coche, era ya un chupón en toda regla. Ese día no fui a comer a casa y llamé a la Madam para contarle lo que la muy puta me había hecho. Me convencieron para volver al piso e intentar disimularlo... fui y me estuvieron poniendo hielo en el cuello. Se bajó bastante pero aún se notaba. Así que gracias a que era invierno, estuve todo el fin de semana con el socorrido jersey de cuello alto.

Menudo apuro que pasé. Buffff!
Veletax