No, Darkside, nunca estuve con Kay... Y no por falta de ganas, que si algunas atesoraba, cuando leí hace años tu historia, su francés y el temblor de tus piernas cuando te acompañó a la ... creo que era estación... se multiplicaron por mil. Ya ves, para lo bueno de la vida, sí que tengo memoria y recuerdos.
Y bonita voz la de Kay. Seguro que también merece la pena compartir su café de desayuno
, pero te aseguro que, cuando en un susurro, afirma, comentando las cualidades de una de sus escorts, que
She swallows until the last drop suena a gloria, a promesa que será cumplida sin remisión y, como bien dices, a algo completamente priceless.