Cita Iniciado por barcel
A mi entender las escorts, prostitutas, putas o como quieran o queramos llamarlas caen una y otra vez en una misma trampa, la autojustificación. Ante un acoso social evidente y continuado donde su oficio es calificado de sucio, degradante, obsceno y otras lindezas parecidas ellas intentan defenderse. Pero, sinceramente, lo hacen muchas veces de tal manera que dan la razón a la crítica que pretenden combatir.

No hay cosa peor que el sentimiento de culpa. La culpa cala hasta lo más hondo de nosotros mismos. Leo lo que escriben o como se defienden en entrevistas o escriben en este foro y casi todas las intervenciones, sean dulces o duras, están impregnadas de autojustificación, como si pidieran perdón continuamente. Quizás no quisieran hacerlo, algunas de ellas suelen hablar o escribir con dureza, pero el tono es indiferente en este caso, por debajo se siente la carga de la culpa. Ahí esta el problema.
A los buenos días, aquí contestando a un tema que me parece interesante. Me hace gracia que sea un hombre el que escriba así.

En primer lugar, en mi caso, lo de ser puta es una actividad “residual” a la que dedico muy poco tiempo de mi vida.

En segundo lugar, lo de puta no me define en absoluto. Si me pongo un kimono por horas durante una temporada no se me achinan los ojos; no escribo con ideogramas; no duermo en futón. Sigo siendo española, no me convierto de pronto en japonesa; me quito el kimono, me pongo mis tejanos y mis bailarinas, y vuelvo a mi vida normal, a ser quien verdaderamente soy. Esto es una anécdota más en mi vida, eso sí, con unas connotaciones muy particulares que la hacen totalmente distinta de todas las que he vivido anteriormente.

Pero he hecho miles de cosas antes, las hago durante, y haré miles más después; Y, a mí misma (y a las demás) me percibo como: Persona, mujer, ciudadana, madre, hija, hermana, amiga… Lo de puta es, en mi caso, algo de quita y pon que nada tiene que ver, salvo algún rato puntual, con mi realidad.

Y creo que casi todas las mujeres aquí que lean esto, estarán de acuerdo conmigo. Todas son muchas cosas. Por ejemplo, en la prostitución de “alto estanding” hay muchas comerciales, estudiantes, modelos, azafatas de Tv… Todos lo sabéis. Chicas que tienen su trabajo, su novio, su vida, y hacen inmersiones puntuales muy bien pagadas, para volver inmediatamente a lo suyo. Cualquiera que tenga una personalidad formada y sea medianamente razonable, sabe que ésto es solo una pequeña faceta de una persona completa.

Y ahora a lo del hilo. Con respecto a lo que dice barcel en su post, afirmar taxativamente, que en lo que a mí respecta, no tengo ningún sentimiento de culpa. CERO.

Lo tendría si tuviera pareja y se lo estuviera ocultando. Creo que en temas de sexo, si hay que dar explicaciones a alguien es a la persona que comparte la vida contigo.

Así que no. No me siento culpable de tener sexo previo pago, con hombres adultos que han elegido, libremente, esta forma de relacionarse con las mujeres. Siendo objetivos, más bien son ellos los que tendrán que valorar qué grado de culpabilidad sienten al engañar a sus parejas (el que la tenga). Yo eso me lo ahorro. En mis esquemas no cabe la idea de compromiso sentimental paralelo a ésta actividad, aunque no juzgo a quien le parezca compatible. Así que soy libre y no tengo a quién dar cuentas de mi actividad sexual (ni de cualquier tipo), sea ésta la que sea.

Por otro lado, a día de hoy, nadie está autorizado a opinar que debería colocarme de cajera del Eroski en vez de cobrar por sexo. Si alguien viene a apoyarme y ayudarme con mis problemas, y yo me dejo, podría opinar. No admito críticas desde la barrera, aunque durante un tiempo, estúpidamente, las he admitido. Error de principiante, de todo se aprende.

Pero no, no me siento culpable en absoluto, y la posible justificación proviene de la doble moral que algunos se gastan. En ese sentido he llegado a vivir situaciones totalmente surrealistas.

Y en cuanto a vosotros, señores usuarios… En tanto a mi no me afecte porque se tratase de mi pareja, me parece genial que vayáis de putas, es vuestra elección. Tan genial como que os compréis un barco de 30 metros o una torre en Pedralbes Cada uno hace lo que quiere con su vida y eso os incluye a vosotros, y, faltaría más, a nosotras.

Las mujeres que se dedican a la prostitución no obligan a nadie a pagar por sexo, y bastante tienen algunas con lo que tienen, como para sentirse culpables encima. Que no. Culpa tienen que sentir los que hacen daño. Los que actúan deshonestamente haciendo sufrir a las personas que dicen amar. Los que mienten y engañan gratuitamente a sabiendas del dolor que causan. Esos sí. Nosotras para nada.

Besos.

Después iré sobre la segunda parte, nuestras "autojustificaciones", que tiene tela…