
Iniciado por
MariaG
Mi experiencia como puta es que la privacidad se va degradando (para mí) según pasa el tiempo. Muchos clientes te hacen preguntas curiosonas, y a alguno le dejas ver un detalle de tu vida cotidiana. Como el puterío es en ocasiones un pueblo, (y más en los foros, ya sea por posts públicos o por intercambio de privados) al final te topas con que se han ido intercambiando piezas sueltas del puzle, y un chico concreto, o hasta una compañera te explica sin conocerte en que trabajas cuantos hijos tienes y si tienes perro o gato.
Alguno se ha empeñado en seguirme, acecharme a la entrada del apartamento o citarme sólo por la curiosidad de ver quien soy. Uno de mis últimos clientes me insistía "ingenuamente" en que le diese mi número privado por si no m localizaba en el profesional". Y hay quien insiste en conocerme en mi faceta profesional "formal" donde sea que trabaje porque le da morbo.
En contraste, los hay que se ofenden cuando desvías delicadamente la conversación o acabas cortando la curiosidad con más contundencia ante la insistencia ciega.
Algunos clientes tienen necesidad de hablar de sus vidas o hasta desahogarse con una. Creo que una de las virtudes exigibles a una puta es la confidencialidad absoluta.
Besos