Claro, hombre. Y más eficaz todavía es no tener nada que esconder, o como mucho aficiones aburridas para el resto de la gente. Tus chavales entrarían en el ordenador y pensarían:"Bah, esto es del pesado de mi padre al que le gusta la colombofilia o la papiroflexia".
Hace un año, simplemente yo no tenía nada que oculta, ni en mi casa, ni en el trabajo, ni en ningún sitio.