Pues es como todas las fiestas populares pero con petardos.

La gente se apiña en los sitios, ponen cara de estar pasándolo de muerte, agarran unos globos con garrafón de cuidado, unos se van a dormir a la playa, otros a quemar contenedores en Gracia y, al día siguiente, los servicios de limpieza del Ajuntament desaloja de la playa a los que están durmiendo la mona.

Muy chulas, incluso hay quien las disfruta.