En efecto, pero siempre será un tema peliagudo.
En tarragona se vivió una situación con una de las mejores escorts que han pisado la provincia, Mónica.
Al principio, cobrando lo habitual, trabajaba mucho y era difícil conseguir una cita. dobló tarifas para trabajar menos y seleccionar clientela, y fué tal el cabreo de los habituales que se quedó sin clientes y supongo que para no rebjarse a reducir tarifas, desapareció.
Una pena. Hubiera bastado mantener la tarifa previa para los clientes habituales a fin de no perderlos, y subirla solo a quien no hubiera estado con ella antes. A veces la virtud está en el término medio.