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De escorts y amores, una de las mejores cosas que he leído en mucho tiempo.
De un tal Daniel, con su permiso..., la crónica de su sueño.
El hombre que no ha cometido una locura por una mujer, es un necio.
Emilio gutierrez caba.
Siempre me gustó mucho el sexo, bien es verdad que muchas veces lo he sacrificado por el viaje a una montaña no conocida por mi, o bien por unas cervezas, (Mahou, por supuesto), acompañadas con unas bravas, en la esquina más alejada del pub Saint Germain, en compañía, las más de las veces de un buen amigo, hablando de mujeres, mejor dicho, criticándolas.
Eramos unos jóvenes alocados e inconscientes.
En el sexo buscaba relaciones superficiales, relaciones de objeto, como gusta llamarlas a los sicólogos. Me gustaba el ligue por el ligue en sí, el reto de conseguir a una chica, ser el centro de su atención durante unas horas, una noche o unos meses, bien es verdad que el limite se lo dejaba a ellas.
Buscaba desintoxicarme del trabajo y el deporte. El interés por cualquiera de ellas era muy relativo, quizás de ahí mi éxito. Cuando conseguía llevarlas a la cama mi interés caía en picado.
Con alguna que follaba bien ese interés duraba meses y excepcionalmente años.
Tengo a gala, poder decir, que nunca engañé a una mujer. Las veces que en mi vida he dicho: te amo, se pueden contar con los dedos de una mano y me sobran más de la mitad de ellos.
Pero como le decía a mi amigo: Mira macho, para follar, lo que se llama follar... mejor con putas.
Hace unos años escribí:
Los recuerdos de este mundillo se funden y confunden en la mente, hace más de treinta años, con sus largos retiros, noches de alcohol y chicas, juntos o por separado, me bebía la vida, las mujeres pasaban, mañana habría más wocka y otra chica era muy probable que conociese... pero si recuerdo que siempre las trate con cortesía, puedo asegurar que nunca distinguí entre una profesional y el ligue del momento.
El tiempo pasó, me entregué en cuerpo y alma a mi empresa, pasaron los días de cervezas y flirteos, o en plan más poetico los dias de vino y rosas.
Mi otrora poblada agenda, quedo desierta.
Hace unos años, con la vida más o menos resuelta, quería volver a una especie de adolescencia, con sus historias, confusiones, y también libertades. Quería vivirla y disfrutarla.
No siempre, como es lógico, pero he tenido en mis brazos a mujeres auténticas, que me han dado lo que buscaba: sexo, puro sexo, sexo hasta el limite que he sido capaz de disfrutar de cuerpo y mente, a mujeres de cuerpos calientes, cuerpos que al tocarlo sientes su calor y que hace que las manos ardan.
Muchas me han regalado sus orgasmos, ¿qué mente "privilegiada" dice que las putas nunca se corren?. He tenido la dicha de ver y sentir, como bajo mis caricias, ponían sus ojos en blanco... los movimientos convulsos de sus pelvis...los gritos de placer... sus humedades... y exigir la continuación de otro y otro...
De una de ellas, la recuerdo buscando su postura y caricia favorita, tener su orgasmo prolongado y silencioso. Recobrada su agitada respiración, invariablemente decirme: esta tarde... que me quiten lo bailao.
Me gusta ver a una mujer perder el mundo de vista con mis atenciones, al fin y al cabo se es más feliz dando que recibiendo.
Ahora se saborear el muy esporádico martini con una gotas de gin, o el sorbete de limón al cava, en su agradable compañía. Me perdonareis la comparación, exactamente igual con las mujeres, aprecio lo que valen, las saboreo con un placer infinito. Les doy lo mejor de mi.
He conocido a chicas estupendas que no sólo me han dado un sexo maravilloso sino que las he visto como son, unas mujeres especiales que nos hacen la vida muy agradable , unas mujeres con sus ilusiones, sus sueños, sus penas y sus alegrías . He conocido maravillosas personas.
A pesar de ello intentaba no complicarme la vida y tener "relaciones de objeto", que entiendo son por ambas partes.
Pero no es tan simple. Tarde o temprano acaba saliendo la persona, lo humano. Dentro del pragmatismo del sector, o incluso dentro del teatro y fingimiento, surge el destello de humanidad. Con claridad pocas veces, con destellos auténticos, más, que los notas si te fijas.
Como decía un amigo:
"Dentro de lo que es esto, en algunos momentos he visto rasgos de gran sensibilidad humana, muy importantes. Sin aspavientos.He visto gestos de gran decencia e integridad personal. He visto en algún momento algo de nobleza.He visto amor desinteresado, incondicional, extremo; desgarrador. No me refiero a las relaciones lumi-cliente, sino a historias que pueden haber detrás de las personas. Y que muy frecuentemente no están nada escondidas. Lógicamente me refiero solo a lo positivo y lo que merece destacarse. O lo que voy a recordar con cariño".
Durante unos años me he dedicado a vivir el maravilloso teatrillo de la vida. Tengo que confesar, que con sus días grises, he vivido inmerso en la pasión, me he entregado a esta, consciente de lo que hacia y sin reservas, como un jovenzuelo.
No me arrepiento, en absoluto. Setenta veces siete que tuviese la oportunidad lo volvería a hacer.
Os deseo a todos que viváis esta pasión, durante al menos un periodo de vuestra vida.
A la maravillosa mujer, que lo ha hecho posible, sólo puedo decirle una cosa: Gracias.
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ex5 (22/05/2013), Figu (10/05/2013), Guevara (12/05/2013), sept2006 (10/05/2013)
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