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Porfirio Rubirosa (1909-1965)
Porfirio Rubirosa, el playboy más famoso de la historia reciente, fue hace
poco tiempo noticia por la publicación en Reino Unido de la biografía "The
irresistible Mr. Wrong", de Jeremy Scott. En una reseña de ese libro en The
Sunday Times, la periodista arranca rememorando el que fuera el mayor
atributo del dominicano. “Era de la longitud de un palo de béisbol y de la
anchura de una lata de cerveza, las mujeres gritaban al ver su tamaño”.
Rubirosa se casó muy joven con Flor, hija del sanguinario dictador
dominicano Leónidas Trujillo. A los pocos años se divorciaron, pero Trujillo
no hizo lo que solía hacer con quien le contrariaba, matarlo, y siguió
protegiendo a su ex yerno. Comenzó así la carrera de Rubirosa como el
playboy internacional por antonomasia de los años cuarenta, cincuenta y
sesenta del siglo XX. Su tercera y su cuarta esposa, las norteamericanas
Doris Duke y Barbara Hutton, eran las mujeres más ricas del planeta de
aquel entonces, y, entre las celebridades que compartieron su lecho, la
leyenda cita a Marilyn Monroe, Ava Gardner, Rita Hayworth, Joan Crawford,
Kim Novak, Judy Garland, Eva Perón, Tina Onassis y Zsa Zsa Gabor.
Una de las frases más famosas de Rubi dice así: “La mayoría de los
hombres quieren ganar dinero, yo prefiero gastarlo”. Nunca dio palo al agua
pues como él mismo decía: ”No me sobra tiempo para trabajar“. y a veces
andaba mal de pasta, pero siempre era rumboso con las mujeres. Y sí, era
un gran deportista: campeón internacional de polo y bueno en
submarinismo, esquí y automovilismo. Pero esto también formaba parte de
sus técnicas de seducción: Por último, era excepcional en la cama. Flor
Trujillo y Barbara Hutton, entre otras, no tuvieron el menor reparo en hablar
del tamaño de su miembro, de su capacidad de mantenerlo tieso una
eternidad y del cuidado que tenía en que su pareja alcanzara el orgasmo.
Falleció a las siete de la madrugada del 5 de julio de 1965, tras haber
pasado la noche celebrando una victoria de su equipo de polo, cuando
estrelló su Ferrari contra un árbol del parisiense Bois de Boulogne. Tenía 56
años y no dejaba hijos, su virilidad había resultado estéril.
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Oliba (15/11/2013), travieso50 (15/11/2013)
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