No siempre tío, te explico: alguna persona diría que soy muy sentido, pero naahh, lo que de verdad soy es una persona muy pasional, para lo bueno y para lo malo, no entiendo la vida sin pasión, por eso no soy de medias tintas. Y todo esto va con mi carácter que es que me hace ser como soy, tan maravilloso y tan odioso al mismo al tiempo.
Tampoco soy de esos que dicen: estás conmigo, o estás contra mi.
Simplemente si te considero un amigo o estás conmigo y te aprecio, haré todo lo que esté en mi mano para que seas feliz.
Y en el lado opuesto están los que considero conocidos que suelen causarme indiferencia.
Bueno a lo que iba, han sido dos periodos distintos de atracción hacia la misma, el primero se podría definir como un amor cegado, luego ese sentimiento se transformo en rabia-odio (lo cual no significa que ya no estés enamorado) y de allí pasé a la indiferencia. Ese periodo de indiferencia es el que marca las dos etapas distintas. Después hubo una segunda vez que no podría definirlo como un sentimiento de amor, pero dónde ha habido atracción y complicidad, y si no tienes la cabeza bien amueblada es fácil confundirlo con amor.
Regálale a tu hijo un patinete eléctrico, que seguro que te lo agradece más. Los Playmobil son del siglo pasado.