Trave, que no llegue el día, que te preguntes a tí misma, porque no hiciste algo por cambiar el estado actual de las cosas, algo por mejorar, aunque sea mínimamente, la existencia de millones de personas en este mundo, que nos suplican diariamente, con mensajes subliminales, nuestra ayuda, nuestra colaboración...

Personalmente, intento poner mi granito de arena...participo activamente en la tan denostada vida política, colaboro en los movimientos sociales y sindicales.

Soy de los pocos ilusos que creen aún en que la redistribución de la riqueza en este país.

Quiero que mis hijos se acuerden de lo que su padre trabajó por el cambio social, no por lo que amasó en vida, ni por la cantidad de bienes que les dejó.

No obstante, tengo que reconocer, que algunos días, llegada la noche, todo mi optimismo se derrumba con la simple observación de la miseria humana, en cualquiera de los informativos de una cadena televisiva.

Un día soñé, que un pobre niño desnudo y desnutrido, se acercaba a mí y me daba un beso, el beso salvador, que me saciaba e inundaba de alegría en mi ser.

Un día soñé, que el cambio se acercaba, que un nuevo mundo nos esperaba...

Un día soñé...