Yo tengo muy mala memoria para recordar las caras. Sin ir más lejos, no hace mucho, se para una chica delante mío y me dice: xxxx (ahí va mi nombre). Me paro, la miro, y no tenía ni la más remota idea de quien era. Por probar, dije algunos nombres, pero no di ni uno. Todavía me da vergüenza sólo de pensarlo.
Al final resulta que era una chica con la que trabajé hace unos años. Quedamos en llamarnos, pero no me acordé de preguntarle su número y parece que el que tenía lo perdí. Por desgracia, ella también debió de perder el mío, porque no me ha llamado.