Será la edad y esas cosas, pero se podrían escribir escenas de estos ambientes que plumas más finas ya han trazado con maestría. Recuerdo una temporada cuando vivía en una calle céntrica en València, a pocos metros de la famosa calle del "chino", cerquita del Mercado Central y la iglesia de los Santos Juanes. Teníamos la comisaría muy cerca, y más de una vez pasé a denunciar algún robo (eran los tiempos donde los radio-casettes volaban de los coches, el trapicheo de heroína llevaba a más de uno a sacar la navaja para pedirte el dinero y esas cosas de la "transición"...). Alguna de las matronas con más historia del barrio me saludaba cuando nos cruzábamos en el mercado, yo no me ocupaba con ellas pero me conocían como un vecino poco conflictivo. Seguí bastante tiempo buscándo chicas con el coche, vidrios entelados, música de los Dire Straits, vueltas y más vueltas por las calles a partir de las 11 de la noche. Una vez incluso tuve un accidente con un tipo que se pasó el semáforo, de su coche salió corriéndo un trasvesti también conocido del barrio (La "Pili", 1,80, espaldas como Thysson, nuez bien marcada y una melena negra). El individuo me díó una tarjeta para que le llamara al día siguiente a su despacho, de hecho pasé a verle, firmamos el parte donde reconocía la culpa del accidente y sacó dos vasos anchos con hielo, brindamos con absenta por nuestras aficiones.Iniciado por priamo
Lógicamente la "compañía" que llevaba en el coche nunca había existido, lo olvidé al instante y he cumplido mi palabra.
Es difícil que una persona de menos de 40 años entienda que esta atmósfera era real, que había barrios así por toda España, que las chicas entraban a tomar una copa al hotel Don Yo en Zaragoza por la noche y te pedían subir a la habitación, los primeros travestis trabajaban por la Castellana en Madrid (cerca del museo de ciencias naturales), las pensiones de la calle del Mar y aledaños en València estaban muy animadas por las noches. Prácticamente todas las chicas que conocí eran españolas. Los pisos donde recibián las brasileñas (Dayana fué una mujer famosa en Valencia) empezaron a funcionar a finales de los 80.
Saludos Priamo, otro día escribiré algo más sobre este tema, me gusta el ambiente canalla y eso que no fumo y bebo poco, pero si he jugado a la ruleta de la salud y gané. Me hice la prueba del Sida y estaba limpio. El putero cínico, que oculta su vicio en público y que es capaz de engañar de forma rutinaria para pegar el polvo que necesita, ese es el tipo que respeto y al que dedico este comentario.
Darwin