
Iniciado por
icaro69
Lo que no se puede desunir es lo que nos habrá de separar. Éramos cuatro.
Cuatro, y agua. Sal.
Y quedaremos, quedamos sólo dos.
He rozado tu mirada mojada.
Tus pies descalzos y secos, desnudos de ostentosos pasos y enjutos en huella eterna.
Me has contado chistes con los tirabuzones.
Y penas sin lágrimas.
Soy feliz. Porque eres y estás.
Y la grieta de la pared no era un sueño.... es un puente, o un charco, un papel doblado que esconde mil letras y un mundo.
Me pones siempre un vaso de agua en el aire.
Y un espejo sin corsé.
La gran broma final, es el principio del uno.
Ya no me pregunto.
Todo tiene sentido de tu mano.
La gran historia es nuestro barro. Agua y sal.
Y escuece y duele, pero crece inexorablemente.
Es cierto, el lenguaje instintivo es lo único sincero que se entiende.
El papel sin doblez, las palabras sin necesidad, las letras sin cuentas pendientas, los silencios dialogantes.
Seguiré rozando tu mirada mojada y sonreiré, siempre sonreiré cuando sigas rozando lo mojado que está el suelo y el silbido.
Silbas con primor y alevosía.
Y me encaaaaaaaaaaanta.
Pero dentro, el alma nos suda los latidos. En las afueras el escepticismo ajeno es un diezmo, un puro y puto diezmo.
Amén.
Eres agua y sal.