Aquel chico se sentia afortunado, realmente se sentia muy atraido por Ana, y estaba dispuesto a dejarse llevar con ella. Aun asi, no podia imaginar que le depararia la voluntad de Ana y el tipo de juego al que le iba a someter. Sentia el temor de la incertidumbre, el temor de no ser suficientemente bueno, pero todo valia la pena por tal de sentirla cerca. La excitación ante la expectativa y el misterio, hacian que estuviera dispuesto a todo. Los limites a explorar iban a depender de ellos dos…sobre todo de Ana, de su juego.
Ana, concreto una cita, tenia que tenerlo cerca, proponer el inicio del juego en un encuentro breve, directo y sincero, que despetara aun mas motivación. Al final del juego, si fuese digno ganador, el premio iria mas alla de cualquier trofeo, seria algo que cambiaria la vida de aquel chico. A su vez tambien corria el riesgo de perder…
Asi quedo claro durante la cita. Se hablo, Ana llevo mas la voz durante la conversación, aunque tambien se mostro receptiva tanto a a las palabras como los gestos. Le cautivaron los ojos del candidato, como la miraba, como si quisiera impregnarse de su imagen. Ana notaba que aquella miraba era noble, era sincera y expresaba un gran deseo. Sin llegar a intimidar o a cohibir, si notaba que le gustaba que la mirase asi…sentia que algo especial empezaba suceder…
Oficialmente, daba el juego por empezado y preparaba su primera prueba….