Una reflexión paralela sobre esta visita. Dentro de mi natural escepticismo sobre las creencias en el más allá y en sus intermediarios (profetas, sacerdotes, enviados celestiales o lo que se quiera poner) si que hago una valoración positiva de esta iglesia católica del siglo XXI.

Mi razonamiento es simple, ya que hay muchas personas que necesitan creer en una divinidad yo prefiero las creencias que ya han pasado por el tamiz de la civilización moderna a aquellas más "auténticas".

Dicho de otro modo, prefiero ver pasear por las calles de Madrid (o de Barcelona si es el caso, incluso de Cadaqués ) a un papa católico que a un clérigo musulman o a un rabino. Al menos con la jerarquía católica hay ya muchos años de convivencia, sabemos de qué pie cojean y que su influencia real sobre la manera de vivir de sus fieles es muy limitada.

Es aquello de "más vale malo conocido que bueno por conocer".
Archer