Errol:
En primer lugar, mi felicitación por el rato tan envidiable que debiste pasar con ELLE, como da a entender tu descripción de vuestro encuentro.
Pero lo que me ha maravillado, es la redacción que has hecho de ese rato, que me parece de una elegancia que, a juzgar por lo que he leido sobre ELLE, debe ser comparable a la que ella posee, y la que se merece.
Enhorabuena por las dos cosas: el fondo de tu experiencia, y tu forma de contarla.

Reconozco que yo no sería capaz de describir tan bien una situación semejante, ni aunque fuera, no la segunda parte, sino incluso la quincuagésima segunda, en el plazo de dos años que mencionas.

Y puestos a poner alguna pega, sin duda promovida por la envidia, te hago dos comentarios:
Para los masajes creo que es mucho mejor utilizar una crema, por ejemplo hidratante, porque con el gel, os pondriais de espuma hasta las cejas.

Y cuando dices:
Nunca una almohada ha sido colocada tan sugerentemente, siento debilidad por su textura, su forma, su sabor…

¿Cómo estaba colocada esa almohada?
Porque desde que lo he leído no paro de colocar,tocar, mirar, y chupar almohadas, y ninguna me llena.....

Saludos

Bill Barnes