¿No os ha pasado que miras a otra persona de tu misma edad y piensas "yo no parezco tan mayor"?...


Mi nombre es Alicia y estaba sentada en la sala de espera del dentista; era mi primera consulta con él. En la pared estaba colgado su
diploma.
Al leer el nombre recordé a un muchacho alto, simpático, moreno y de buen tipo que estaba en mi clase del colegio Santa Mª del Bosque, como 30 años atrás. ¿Podría ser mi dentista el chico del cual yo estaba secretamente enamorada?
Tras verlo en el consultorio deseché rápidamente esos pensamientos. Era un hombre calvo, su poco pelo estaba canoso, su cara estaba llena de arrugas y parecía muy viejo como para haber sido mi compañero de clase.

Después de examinarme los dientes le pregunté si se había graduado en Santa Mª del Bosque.
- Sí, sí, sonrió con orgullo.
Y le dije:
- ¿Cuándo te graduaste?
El me contestó:
- En 1980. ¿Por qué me lo preguntas?
Yo le respondí:
- Nos conocimos en clase.
El me miró detenidamente y entonces..., ese feo, calvo, gordo y arrugado cabrón me preguntó:
- ¿De qué eras profesora?