Cúmulos, Hartley, y el Corazón.
Un seductor Cometa Hartley 2 navegó por los cielos nocturnos del planeta Tierra el 8 de octubre, pasando a casi una "Luna Llena" de distancia del famoso cúmulo doble de Perseo.
Ya se anticipaba esta toma que vemos aquí en un mosaico de 3 fotografias con el verdoso cometa y los cúmulos h y Chi Persei situados a la izquierda.
Este gran angular, muy bien escogido, tiene una expansión de unos 7 grados.
Se extiende a lo largo de los bordes de la constelación de Casiopea, y sigue hasta la Nebulosa del Corazón (IC 1805) a la derecha del todo.
Para capturar este momento cósmico, se usó una exposición relativamente corta de 5 minutos para congelar el movimiento del cometa, pero se usó una exposición larga con filtro de banda estrecha para las regiones centrales y derecha.
La exposición de banda estrecha realza el débil y rojizo resplandor del gas hidrógeno de la nebulosa, en contraste con el verde kriptonita del coma cometario.
En los siguientes días, los observadores del cometa reportaron que Hartley 2 se hacía visible a simple vista para los más experimentados en los lugares más claros y oscuros.
El 20 de octubre, el cometa hará su máxima aproximación a la Tierra, pasando a unos 17 millones de kilómetros.
El 4 de noviembre, una sonda de la NASA sobrevolará el pequeño núcleo del cometa que se estima tiene sólo unos 1,5 kilómetros de diámetro.
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Vista con NGC 2170.
A la deriva en la constelación de media asta de Monoceros, estos polvorientos flujos y nuevas estrellas son parte de la activa región de estrellas de formación Monoceros R2, dentro de una gigante nube molecular.
Esta escena cósmica fue grabada por el telescopio de inspección VISTA, en luz cercana a la infrarroja.
Las imágenes de luz visible muestran la polvorienta NGC 2170, que se ve aquí justo al centro derecha, como un complejo de nebulosas de reflexión azuladas.
Pero esta penetrante vista cercana al infrarrojo revela pistas de formación estelar en proceso y jóvenes estrellas masivas que, de otra forma, estarían ocultas por el polvo.
Los vientos energéticos y la radiación de las jóvenes y calientes estrellas dan forma a las nubes interestelares natales.
Muy cerca del cielo a la región de formación estelar de la Nebulosa de Orión (post Nº 1512 de este hilo), la región Monoceros R2 está casi al doble de distancia, a unos 2.700 años luz de distancia.
A esa distancia, esta vista se expande unos 80 años luz.
Gran Nube de Magallanes.
El navegante portugues del siglo XVI Ferdinando de Magellanes y su tripulación, tuvieron cantidad de tiempo para estudiar los cielos del sur durante su primera circumnavegación a la Tierra.
Como resultado, dos maravillas celestes fácilmente visibles por los observadores del hemisferio sur, son conocidas como las Nubes de Magallanes. Ahora se sabe que estas nubes cósmicas son dos galaxias enanas irregulares, satélites de nuestra gran galaxia espiral, la Vía Láctea.
A unos 180.000 años luz de distancia en la constelación del Dorado, la Gran Nube de Magallanes (GNM) se aprecia con detalle en esta colorida composición, en donde la luz estelar de la azulada barra central contrasta con el resplandor rojizo del gas hidrógeno ionizado.
Con una extensión de unos 15.000 años luz, es la más masiva de las galaxias satélites de la Vía Láctea y es el hogar de la supernova más cercana en la era reciente, SN 1987a.
El destacado nudo rojizo en la parte inferior es 30 Doradus, conocida como la magnífica Nebulosa de la Tarántula.
Esta enorme región de formación estelar tiene unos 1.000 años luz de diámetro.
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