Estimado Archer, estoy de acuerdo con tu consideración aunque existe un "pequeño" matiz.
En este caso, mi idea de ser y actuar una escort ( y sus correspondientes expectativas ), se adaptaban a los ofrecimientos y compromisos verbales ( via telefónica ) prometidos por la señorita. Lamento que en esta ocasión, las expectativas ( previamente pactadas ) y los hechos ( realidad ), se han diferenciado por la falta de aptitud de la señorita para cumplir con lo acordado.
C´est la vie.
Reitero mis felicitaciones para los afortunados que han podido disfrutar del buen hacer de la señorita.
Saludos.