Es exactamente así, Iñaky. La noche que pasé con ella se nos fué la mayor parte del tiempo hablando, haciendonos confidencias, hablé con ella de cosas que nunca he hablado ni con mis mejores amigos. Me habló de sus sueños, de sus proyectos, de todo. Y el sexo solo fué un complemento, una consecuencia lógica en el devenir de la velada, un colofón de oro. Así es ella.