Bueno. Eso es otro tema. Ya tendrá su hilo.
En éste trataba más bien de explicar, en clave de anécdota, cómo se las ingenian algunas para intentar conseguir una nueva cita si la esencia misma del encuentro (atracción física, química sexual, empatía) no justifica de ninguna manera contratarlo de nuevo.
Por ejemplo... inesperados mensajes llenos de simpatía al cabo de bastante tiempo de silencio... No los habéis recibido?