Casi 50.000 espectadores en el Camp Nou, es decir, media entrada, a pesar de la hora de inicio del partido, de la poca entidad del rival y de ser televisado. Sinceramente, no me lo esperaba, creía que la entrada sería tétrica, que el Barça jugaría en familia. Me alegro de haberme equivocado. El mejor homenaje para esos 50 mil fue el 5-0. Buen juego (aunque, para mí, no tan bueno como en otros partidos) muchas ocasiones de gol, cinco goles, jugadas de mérito, y una eliminatoria que ya está decidida, lo que permitirá jugar la próxima semana con la tranquilidad de verse en la final y poder centrar el esfuerzo en el partido del sábado 4 de febrero contra el Atlético de Madrid.