He disfrutado con el partido de esta noche en Alicante. Por ejemplo, más que el día de los 8 goles. He disfrutado, no únicamente con los goles, sino con las recuperaciones de balón del equipo, especialmente en la segunda parte, en el centro del campo, no dejando que el equipo rival se acercara a la portería. Así, a pesar de estar ganando con un marcador ajustado, se minimiza la posibilidad del empate. Esa presión sobre el rival es otra vuelta de tuerca al concepto de posesión del balón: cuando no se tiene el balón se presiona al rival para recuperarlo, no hay que esperar a que el rival lo pierda.

Con esta victoria, el Barça de Guardiola consigue la victoria consecutiva número 15, superando las 14 del Barça de Rijkaard e igualando las 15 del Madrid de Miguel Muñoz. Si el próximo sábado, el Barça gana al Atlético en el Camp Nou, la nueva marca quedará en 16.

En el Mini, partido muy entretenido que ha terminado en tablas. El Celta dio una sensación de superioridad que no supo plasmar en el marcador, de hecho, durante buena parte del partido ganaba el Barça B, gracias a un gran gol de Edu Oriol que culminó un buen contraataque. Demasiadas pérdidas de balón en el centro del campo permitieron que el Celta creara mucho peligro, si bien únicamente pudo empatar en la segunda parte. Rafa Alcántara salió en la segunda parte y volvió a tener una actuación muy destacada.