Tengo el presentimiento que la temporada 2010-2011 va a volver a ser histórica. En mi opinión, el equipo es mejor que el año pasado. La plantilla es un poco más corta que la del año pasado, cierto, pero es una plantilla con muchos recursos, muy polivalente. Los fichajes, Villa, Adriano y Masche, son más acertados que los del año pasado, pensando en el juego del equipo, un patrón de juego que el equipo tiene más que asumido. Algunos dirán que ha faltado que llegara Cesc, para algunos (tal vez muchos) la guinda del proyecto. Para mí, no, no veo que Cesc sea tan imprescindible como algunos quieren hacer creer. Villa y Adriano están totalmente adaptados al fútbol español, y Mascherano, gran jugador que en muchos partidos será un gran complemento para Busquests. Eso sí, es un jugador muy contundente, y por ello verá muchas tarjetas.

Dos pequeños handicaps, a mi modo de ver: la pérdida de altura, si no me falla la memoria, dos centimetros menos, y la portería, ya que si se lesiona Valdés, si tenemos que confiar en Pinto, lo tenemos claro, antes prefiero a los porteros del filial. A mí Pinto, a pesar del penalty que paró en Mallorca en la Copa (y por el que ha pasado a la historia del barcelonismo) no me ofrece demasiadas garantías.

19 jugadores y el filial, al que podrá recurrir Guardiola cuando así lo necesite. Un filial que, por cierto, ha tenido un inicio más que sobresaliente: 2 partidos, 2 victorias, y jugando un gran fútbol, especialmente contra el Xerez.

Touré e Ibra, una lástima. El primero, un gran jugador, muy polivalente y, en palabras de Pep, una bestia, pero quería más minutos y por ello ha recalado en el City. Tal vez gane más dinero y tenga más minutos, pero dudo mucho que gane más títulos que los que hubiera ganado aquí si se hubiera quedado. Lo de Ibra era irreconducible, y es una pena. Un gran jugador que no se ha adaptado. Su ego amenazaba con ser la manzana podrida que contaminara a las demás manzanas azules y granas, algo que Pep no iba a tolerar, sabedor de que el buen ambiente en el vestuario es fundamental para la cohesión, la implicación con el proyecto, algo a su vez fundamental para conseguir títulos.

Olvidémonos del Madrid y de las Mouriñadas. Rememos todos juntos, jugadores y afición, en la misma dirección, y este Barça volverá a hacer historia.