De unos años a esta parte, las noticias que asocian dopaje y tenis se han intensificado. En el 2009, André Agassi reconoció públicamente que en 1997 tomo mentanfetaminas de cristal. El escándalo radicó en que la ATP supo de la ingesta del estimulante en un control y ocultó el doping tras una carta de arrepentimiento del propio tenista. En el 2000, la tenista Martina Hingis, anterior número 1, anunció su retiro tras dar positivo en cocaína.