Lamento comunicarte que era yo mismo, pero travestido.
Temí que me descubrieras cuando exclamaste: ¡Qué clítoris más grande tienes, mi vida!¡Es como un calabacín!
Pero afortunadamente me seguiste chupando la polla durante dos horas.
Cosas que pasan.
Pd: A quien diste por el trasero no fue a mi humilde persona, fue a mi pastor alemán (te dí el cambiazo a los diez minutos sin que te dieras cuenta porque, tras chupármela, estabas ciego de placer).
Juro y perjuro que este post solo pretende seguir con el cachondeo iniciado por TeBeo. Sin acritud.